"He hecho todo lo que he podido por los pacientes que me han encomendado. Han sido 38 años entregados en cuerpo y alma al servicio del paciente", con estas palabras el Doctor Mauro Gil-Fournier (1943, Burgos) resumía brevemente su paso por el complejo hospitalario. Una carrera que comenzó en Hospitales Universitarios Virgen del Rocío en 1970 y que ayer se reconoció por su impecable trabajo en una Sesión Científica Extraordinaria, en la que se analizaron la problemática de las cardiopatías congénitas y las bases estructurales de una Unidad de Cirugía para estas patologías. Asimismo, el propio Dr. Gil-Fournier dio una conferencia magistral bajo el nombre La Cirugía Cardiaca que he vivido. Perspectivas Futuras, en la que agradeció el esfuerzo de todos los que trabajaron con él e instó a las generaciones futuras a seguir mostrando dedicación y espíritu de investigador.
Entre profesionales del mundo de la cirugía cardiaca, amigos y familiares se celebró, en un ambiente muy emotivo, el homenaje al Dr. Gil-Fournier, maestro de cirujanos que siempre ha destacado por su vocación y afán de investigación. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de Valladolid en 1966, descubrió su especialidad una vez hubo llegado a Hospitales Universitarios Virgen del Rocío, ya que, en esos año aún no existía como tal la Unidad de Cirugía Cardiaca Pediátrica, de la que más tarde, desde 1991 hasta 2007, sería Jefe de Servicio. Comienza en 1970 realizando intervenciones de cirugía vascular; dos años más tarde, entra en el Equipo de Cirugía de Marcapasos, y finalmente en 1975, cuando adquiere el cargo de adjunto, se crea el Servicio de Cirugía Cardiaca al que se incorpora, siendo en 1978 cuando lleva a cabo la primera cirugía cardiaca (Tetralogía de Fallot). En estos años, viaja a Londres al Great Ormond Street Hospital for Children, donde observa métodos de organización en Enfermería y Anestesia que traslada a Hospitales Universitarios Virgen del Rocío.
Entre sus logros, destaca en 1978 la realización con el Equipo de Vascular del primer trasplante renal en Sevilla. En 1991, lleva a cabo el primer trasplante cardiaco con resultados extraordinarios. Y, seis años después, en 1997 realiza el primer trasplante cardiaco con la técnica Cava-Cava. En 1994, en una intervención de 18 horas, separa a dos gemelos que sólo disponían de un corazón mediante la circulación extracorpórea. Gracias a la labor del Dr. Gil-Fournier, Hospitales Universitarios Virgen del Rocío ha conseguido resultados satisfactorios en el tratamiento de las cardiopatías congénitas unas anomalías del corazón que sufren 8 de cada 1.000 niños y que constituye la segunda causa de muerte en Andalucía en menores de 14 años- fue pionero en los años 80 en el tratamiento de la trasposición de grandes arterias de recién nacidos mediante corrección anatómica. Asimismo, en los 90 se realizó la primera operación de Ross, que consiste en sustituir la válvula aórtica por la válvula pulmonar, mediante autoinjerto criopreservado de donante, en vez de emplear una prótesis que impide el crecimiento natural. También es destacable resaltar la aplicación de la técnica de Fontan en dos tiempos desde 1993 y que ha supuesto una mejora muy importante en la calidad de vida de los niños con medio corazón (pacientes que funcionan con un solo ventrículo).
En 2006 recibió, junto a otros doctores de su Unidad, el premio de la Asociación Española de Pediatría por el trabajo Factores pronósticos de la intervención de Norwood para el Síndrome del Corazón Izquierdo Hipoplástico. Del mismo modo, en 2004 le otorgan, junto a otros doctores de la Unidad de Cirugía Cardiaca Pediátrica, el premio nacional de Cardiología Infantil Dr. Manuel Quero Jiménez, por el estudio Origen anómalo de la arteria coronaria izquierda en la alteria pulmonar. Valoración clínica ecocardiográfica y resultados quirúrgicos. Por otra parte, el Dr. Gil-Fournier propulsó en 1992 la creación de la Asociación Corazón y Vida para las personas que habían sido operadas de alguna afección cardiaca.
En total han sido más de 3.500 intervenciones las que ha realizado el Dr. Gil-Fournier, de las que 1.300 se llevaron a cabo a través de la cirugía cardiaca cerrada, y el resto, 2.200 mediante la cirugía con circulación extracorpórea.
Al finalizar el acto, se le hizo entrega al Dr. Gil-Fournier de una placa conmemorativa a manos del Director Gerente del hospital sevillano, Joseba Barroeta, en reconocimiento de sus casi 40 años de trabajo y dedicación a los más pequeños de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío.
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